En la necrópolis de poblado íbero de “Coimbra del Barranco Ancho” situado en Jumilla, cabecera de la D.O. a la que da nombre, se encontraron hace años unos pendientes de oro con forma de racimo de uva a los que los arqueólogos han datado una antigüedad de unos 2.300 años. Este hallazgo pone de manifiesto la larga tradición vitivinícola de esta comarca.